domingo, 31 de mayo de 2009

DEXTER GORDON

Magnífico saxofonista, un auténtico gigante (no solo en el aspecto musical) del Bebop y Hardbop. Su carrera se inicia en los años cuarenta, pero tras un breve paso por la cárcel (asuntos de drogas) no es hasta los sesenta, cuando se exilia a Europa, cuando se relanza definitivamente. En este periodo de principios de los sesenta graba siete discos para Blue Note absolutamente recomendables. Permanece en Europa grabando, principalmente para SteepleChase, y tocando con lo más granado del viejo continente (incluido nuestro Tete Montoliú, al que le une una buena amistad). En 1976 regresa a EEUU y resucita al Bebop, totalmente "comido" por la fusión de Miles Davis. En 1986 la película de Bertrand Tavernier "Round Midnight" pone la guinda a una irregular carrera. A mí, particularmente, me gusta el sonido entre Hardbop y Lester Young que da a sus baladas.


Disco Recomendado: Our Man in Paris (Blue Note, 1963)

2 comentarios:

  1. Tal vez -muchos dirán ´sin duda`-, "Our Man in Paris" sea el mejor disco de Dexter Gordon. Dejémoslo en que es un una obra maestra indiscutible de la historia del jazz. En la extraordinaria sesión grabada, el saxo tenor de Dexter Gordon se hace acompañar por un trío rítmico extraordinario: Bud Powell al piano -en el mejor momento de su última época-, Kenny Clarke a la batería -uno de los grandes innovadores rítmicos de la primera parte de la década de 1940 [bebop]- y Pierre Michelot -entre los más reputados bajistas europeos de los sesenta-.
    La vigorosa fuerza (algunos la llaman "virilidad") del saxo tenor de Dexter Gordon junto al ritmo envolvente y a veces hasta fiero del cuarteto se pueden escuchar ya en toda su intensidad en el tema que abre el disco, "Scrapple from the Apple"; en "Broadway" -a medio camino entre Lester Young [gran influencia en Dexter] y los más distinguidos "discipulos" del propio Dexter Gordon: Sonny Rollins y John Coltrane [quizá esto sea para algunos discutible]-, y en la ardorosa versión de "A Night in Tunisia", llena de placentera improvisación.
    En el disco también hay sitio para las baladas: "Willow weep for me", que contiene ese lirismo "aspero" [por decirlo de alguna manera] e incisivo, lleno de dramatismo, tan característico del Dexter de los sesenta; y "Stairway to the Stars", profunda y cálida balada, con esa fuerza cortante, de gran intensidad emotiva, que sabe dar Dexter al sonido de su saxo tenor. [El cedé contiene dos bonus tracks: una estimulante versión de "Our Love is Here to Stay" y una pieza sólo del trío rítmico, sin el saxo tenor de Dexter Gordon: "Like someone in Love".]
    Uno de los aspectos que más me gustan de Dexter en este y otros discos suyos de la época es su tendencia a la economía y la precisión del discurso musical (aspecto, sin duda, deudor de su admirado Lester Young) para llegar a expresar las emociones más intensas.

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  2. EL SONIDO GORDON VA MAS ALLA DEL TANGIBLE PRESENTE. ROEL T

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