La tercera sesión grabada de Parker with Strings se produjo el 17 de septiembre de 1950 y se trató de una grabación en vivo dentro de los famosos Jazz at the Philarmonic patrocinados por Norman Granz.
Estas sesiones (un total de cuatro, más adelante aparecerá la última) siempre han generado polémica en el Jazz, releyendo la Bird la biografía de Charlie Parker escrita por Ross Russel parece ser que este tipo de grabaciones y giras fué un proyecto que Parker inició con gran ilusión, de ahí sus primeras y entusistas declaraciones, pero que más tarde acabó cansándole. Charlie, un improvisador nato al que le gustaba jugar con las melodías se sintió cansado de tocar con maestros que noche tras noche repetían a la perfección una secuencia de notas, además el repertorio era breve, los arreglos resultaban caros y, además veía crecer a su alrededor a nuevas figuras (muchas de ellas antiguos compañeros como Miles Davis) que se llevaban el favor del público mientras que él languidecía repitiendo melodías y arreglos. Todo ello unido a que un grupo de maestros de conservatorio no eran la compañía ideal para los excesos a los que Bird estaba acostumbrado.
No obstante, me repito, a mí me parecen una serie de grabaciones maravillosas, creo que si en vez de Parker las hubiese realizado otro músico se hablaría de ellas con más reverencia, pero al gran Parker siempre se le exige más.
Disco recomendado: The Complete Charlie Parker on Verve (Verve, 1988)
Estas sesiones (un total de cuatro, más adelante aparecerá la última) siempre han generado polémica en el Jazz, releyendo la Bird la biografía de Charlie Parker escrita por Ross Russel parece ser que este tipo de grabaciones y giras fué un proyecto que Parker inició con gran ilusión, de ahí sus primeras y entusistas declaraciones, pero que más tarde acabó cansándole. Charlie, un improvisador nato al que le gustaba jugar con las melodías se sintió cansado de tocar con maestros que noche tras noche repetían a la perfección una secuencia de notas, además el repertorio era breve, los arreglos resultaban caros y, además veía crecer a su alrededor a nuevas figuras (muchas de ellas antiguos compañeros como Miles Davis) que se llevaban el favor del público mientras que él languidecía repitiendo melodías y arreglos. Todo ello unido a que un grupo de maestros de conservatorio no eran la compañía ideal para los excesos a los que Bird estaba acostumbrado.
No obstante, me repito, a mí me parecen una serie de grabaciones maravillosas, creo que si en vez de Parker las hubiese realizado otro músico se hablaría de ellas con más reverencia, pero al gran Parker siempre se le exige más.
Disco recomendado: The Complete Charlie Parker on Verve (Verve, 1988)
No es lo que mas me gusta de Parker, pero sin dudas todo lo que ha hecho es genial.
ResponderEliminarGracias por compartirlo.
Saludos!
Clint lo mostraba cansado de estas grabación en la película "Bird". Ted Goia decía que estaba ilusionado con ellas. Gary Giddins dice que estaba cansado del bop y se arrepentía de no haber estudiado más teoría musical. También comenta no solo grabó si no que además llegó a actuar con un grupo de cuerda en un concierto de beneficencia en 1952 en Harlem.
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